La periodista María López, de Telemadrid, no tiene vergüenza ni la ha conocido

G. Bravo

El pasado jueves, en el programa de TeleMadrid, El círculo, la periodista María López realizó un análisis crítico de los ideales del movimiento 15-M; más concretamente del relacionado con el pacifismo. López, desde su silla en la televisión pública, intentó engañar a la audiencia con unas fotografías de los altercados en Grecia haciéndolas pasar por imágenes de ‘indignados violentos’, e ironizando sobre lo pacifistan que eran los indignados.

Los internautas, que tienen mucha más capacidad de reacción que los televidentes, denunciaron el atropello por las redes sociales; y poco después, tras salir en varios medios de comunicación y sentir la presión del que sabe que se ha extralimitado, portavoces de la cadena pública prometieron una rectificación para este lunes 20 de junio. Rectificación que ha hecho la propia María López esta mañana mirando a la cámara a los ojos.

“No fue Telemadrid la que metió esas imágenes, sino yo. En Telemadrid hay cerca de 1.200 trabajadores, y lo que no puede ser que cada error que sale en antena sea jugando con el pan de esos 1.200 trabajadores”, confesaba López.

Posteriormente, y tras pedir “mil disculpas”, la periodista saca las fotografías que quería haber mostrado el pasado jueves pero que no mostró, porque evidentemente eran mucho menos explícitas. Tres días después, todo lo que ha conseguido reunir para su ‘rectificación’ es un joven arrojando una lata (llena de arena, según ella) y un fotógrafo con la cámara alzada (aunque no se vea) para que parezca que es un violento arrojando algo. No contenta con lo del jueves, intenta engañar de nuevo a la audiencia diciendo que el joven de la fotografía tiene “un pedrusco” en la mano; cuando se puede ver perfectamente que es cualquier cosa menos una piedra; un pañuelo o una sudadera, quizás.

Para terminar, López reconoce haberse equivocado de fotografías, pero se mantiene en su intención de desmontar un movimiento que se dice pacifista pero que en realidad es pseudo guerrillero. Gracias María, nos has mostrado la luz.

Sólo un matíz, y parafraseando sus sentindas disculpas: lo que no debe ser es que una periodista que trabaja en la televisión pública se siente frente a la cámara y disfrace lo que es sólo su opinión de descripción objetiva, en formato de telenoticias, día tras día. Un análisis requiere de un trabajo mucho más elaborado que seleccionar unas cuantas fotografías de los altercados de Barcelona y mostrarlas como si representaran la generalidad de un movimiento; y no sólo requiere de ese trabajo de campo, sino también de una voluntad sincera de comunicar unos hechos con la mayor veracidad posible. De lo contrario, lo que consigues es desinformar, cuando no manipular y engañar. Y puede hacerse desde una ventana, como la de su casa, ya que tiene derecho a decir y pensar lo que quiera, pero no en el marco de una cadena pública pagada por todos los madrileños para ser informados.

Sin acritud, dejo dos ejemplos de compañeros que sí han hecho un esfuerzo por comunicar e informar a su audiencia, y que gracias a su trabajo se consigue dar crédito a una profesión demasiado denostada y prostituida, por culpa de otros compañeros que se creen con derecho a encender un micrófono y decir lo que quieran y como quieran.

Especial acampadasol, de Lainformación.com

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