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viernes, 8 de julio de 2011

Al Shabab, la franquicia de Al Qaeda en Somalia, pide que vuelva la ayuda humanitaria

Desplazados del sur en Mogadiscio. La cuarta parte de los 7,5 millones de somalíes son refugiados o desplazados, y Al Shabab intenta frenar el constante flujo hacia la capital

Xavier Aldekoa

Al Shabab invita a las agencias de la ONU y las oenegés que expulsó hace un año.

Al Shabab, el grupo fundamentalista radical que controla gran parte de Somalia, ha decidido levantar la prohibición de trabajar en el país a las organizaciones humanitarias. Ahora, “son bienvenidas todas las agencias de ayuda, para asistir a los somalíes afectados por la sequía en nuestros territorios”. Así lo dijo ayer el portavoz Ali Mohamed Rage. Casi tres millones de personas, según la ONU, padecen en Somalia la peor sequía registrada en el Cuerno de África en 60 años. En lo que va de año, 135.000 refugiados han cruzado las fronteras de Kenia y Etiopía, 54.000 sólo en el mes de junio.

Al Shabab, que es la franquicia de Al Qaeda en África Oriental, forzó hace un año la partida de oenegés y agencias de las Naciones Unidas, como el Programa Mundial de Alimentos. Mark Bowden, coordinador humanitario de la ONU para Somalia, dijo ayer en Nairobi que “estoy contento de colaborar con cualquiera que puede trabajar para aliviar la actual crisis y salvar cientos de vidas somalíes”. Pero las cosas no son tan sencillas. Joaquim Delville, de Médicos Sin Fronteras en Somalia, señaló a este diario que el mensaje es “esperanzador” pero se mostró prudente: “Aunque las necesidades son enormes, queremos garantías sobre las condiciones de trabajo y de seguridad” del personal de MSF.

El pasado abril, varios clérigos del centro del país pidieron a Al Shabab (que controla esta zona, el sur y parte de la capital, Mogadiscio) que permitiera la llegada de ayuda. En las últimas semanas, la presión por parte de las comunidades ha ido en aumento. Un trabajador humanitario con experiencia en el país, que prefiere mantener el anonimato por razones de seguridad, dijo a La Vanguardia que los motivos de Al Shabab para cambiar de actitud podrían ser tres. La gravedad de la situación ha provocado “más tensión e incluso enfrentamientos entre comunidades”; además, Al Shabab necesitaría un “lavado de imagen” y recuperar el apoyo de la población después de que se hayan producido robos y saqueos. El tercer motivo sería económico. No se sabe en qué condiciones podrán trabajar las agencias pero se teme que se les exija un pago, directo o indirecto, por ejemplo para distribuir la ayuda o simplemente por registrarse.

Al Shabab pasa por un momento delicado. Algunos de sus líderes han marchado a Yemen y la muerte, a principios de junio, de Mohamed Fazul en Mogadiscio fue un duro golpe. Fazul, uno de los cerebros de los atentados de 1998 contra las embajadas estadounidenses de Kenia y Tanzania y el líder de Al Qaeda en África Oriental, era también el jefe financiero de Al Shabab.

La Comisión Europea anunció ayer que ha autorizado una ayuda de urgencia de casi 5,7 millones de euros para los refugiados somalíes del campo de Dadaab, en Kenia. Y en los próximos días podrían ser aprobados 175 millones para los territorios de Somalia y Somaliland.

La Vanguardia, 7 de julio de 2011, pág. 6

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