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jueves, 7 de julio de 2011

Industria dio 3,6 millones a la SGAE y su filial 'parásita'

De izquierda a derecha, Caco Senante, Sabino Méndez, Víctor Manuel, Ernesto Caballero y Juan Ignacio Alonso, ayer en la SGAE.

Quico Alsedo, Manuel Marraco

El Ministerio de Industria dio a la SGAE y a la trama desmantelada en la operación Saga un total de 3,6 millones de euros desde 2007. En concreto, un millón de euros en subvenciones y 2,6 en créditos blandos. La mayor parte de ese dinero, dos millones de euros, fue a parar a Microgénesis, la sociedad que el juez Ruz sitúa «en la cúspide de la trama empresarial parasitaria de la SGAE». En los pinchazos telefónicos, el supuesto jefe de la trama, José Luis Rodríguez Neri, afirmaba que debía dinero a Industria y sostenía que el Ministerio no se lo había dado «por un tema financiero», sino por «política».

El maná de dinero público sobre Microgénesis, el chiringuito que oficiaba de caja negra en el presunto desfalco, fue sostenido entre 2007 y 2010. El mismo Neri lo evidenciaba en las conversaciones destapadas por el juez en su auto. En ellas admitía a su pareja lo embarazoso de su plan para disolver SDAE (el brazo digital de SGAE) y le contaba lo que había dicho al respecto en una reunión previa en la SGAE: «Tú, no sé si lo sabes, pero tienes de acreedor, por casi dos millones de euros, al Ministerio de Industria, que lo que van a recibir en el peor momento, porque están histéricos ahora mismo, van a recibir una carta que les dice que toda la pasta que han estado metiendo en la SDAE era una puta mentira».

En esa misma conversación del pasado 9 de junio, Neri añadía que «el Ministerio de Industria no es un banco, esto no lo está haciendo como un tema financiero, lo está haciendo de política, es una política».

Las palabras de Neri respaldan la tesis de los investigadores de que tanto SDAE como el laberíntico entramado de sociedades levantado para desfalcar a la SGAE eran en realidad sociedades instrumentales.

Un supuesto decorado de cartón piedra que recibió parte de las ayudas a fondo perdido, mientras que en otras se estableció el régimen de crédito blando. En total, las subvenciones a Microgénesis, Res Cognita -también investigada-, SDAE y SGAE suman 976.538 euros, y los créditos, 2.641.192, según fuentes de Industria.

Así, en 2007 Microgénesis recibió 33.780 euros como subvención y 68.940 como préstamo para desarrollar la plataforma Cinneo de cine digital, en el curso del programa Avanza I+D de Industria. Para poner en funcionamiento la denominada Plataforma Ere2 la aportación estatal fue de 240.828 euros, y el préstamo, de 280.033. El mismo proyecto llevó también a SDAE 226.210 euros como subvención y 298.424 de préstamo. Un sistema llamado «de monitorización audiovisual» le valió un crédito de Industria de 300.338 euros (en SDAE dicho programa dejó otro crédito de 205.504 euros).

En 2008 Microgénesis lanzó el proyecto Elisa de «localización de servicios asistidos», lo que le valió a la empresa de Neri una subvención de 200.645 euros y un crédito por igual valor. Además de otra transfusión de dinero público hacia Cinneo: 13.925 euros de ayuda y 46.413 prestados y a devolver. En 2009 la empresa presuntamente fantasma recibe otras tres aportaciones económicas con munición pública: 72.080, 231.438 y 252.280 euros, estas dos últimas cifras a crédito, para dos proyectos: Open For Contents y Media 3.0, ésta subtitulada un tanto quiméricamente «plataforma de contenidos audiovisuales multimedia multicanal». Y en 2010 hay una nueva ayuda a la empresa investigada: 28.270 euros de subvención y 70.625 a préstamo para el proyecto Open Pyme.

El trasvase de dinero público a SDAE no se queda atrás, y suele ir de la mano de Microgénesis en el BOE, donde las ayudas aparecen normalmente como concedidas a Microgénesis a secas, mientras que SDAE y otras sociedades aparecen en los desgloses no publicados. Así, para el proyecto Cinneo SDAE se lleva aproximadamente 22.000 euros en subvención y 140.000 a préstamo en 2007 y 2008, y otra de las empresas intervenidas, Res Cognita, se lleva cerca de 28.000 euros de ayudas y 72.000 de préstamos en 2007 y 2008.

Por su parte, en 2008 la SGAE recibió directamente 100.038 euros de subvención y 473.908 de crédito.

La Comunidad de Madrid también subvencionó a la firma al menos desde 2007 a 2010, pero en cantidades mucho menores. Según su Boletín Oficial de 12 de abril de 2010, el Plan de Innovación Empresarial le enchufó 83.752 euros. El mismo plan, pero en 2007, le dejó a Microgénesis S.A. 96.495 euros. Y una pedrea más folclórica: dos subvenciones para sendos viajes, uno a Colombia y otro a México, con cargo al denominado Programa de Viajes de Prospección Individual, el primero de 1.387 euros y el segundo de 1.500 redondos, ambos de 2010.

Es probable, no obstante, que esto sea sólo la punta del iceberg de subvenciones al entramado en el último decenio. Un ejemplo: los libros de Microgénesis Producciones S.L. de 2005, a los que ha tenido acceso este diario, tienen anotada una partida recibida de 129.000 euros con la inscripción «subvención oficial» al lado.

El abogado Josep Jover, impulsor de varias demandas contra SGAE, ha denunciado repetidamente que el emporio presuntamente delictivo habría recibido unos seis millones de euros en ayudas europeas por dos proyectos: Perseo y Crea.net. Según Jover, en la cocción de Crea.net jugó un papel central el entonces responsable del proyecto en la Universidad Politécnica de Madrid Rafael Ramos, socio de Microgénesis y encarcelado en la operación Saga. Todos los caminos en Saga llevan, pues, a Microgénesis.

- Los «histéricos», tranquilos.

Pese a que Neri decía en los pinchazos que en Industria estaban «histéricos», en el Ministerio que dirige Miguel Sebastián mantenían ayer que están «tranquilos» con su actuación respecto a la trama. Ni tenían «la más mínima sospecha de nada» ni trataron a la SGAE de manera distinta a otros solicitantes de subvenciones y créditos, dicen. «Con la misma transparencia y legalidad», añaden. En las conversaciones de Neri también se mentan -y no para bien- otros dos ministerios. La primera en abrir fuego es la compañera de Neri, María Antonia García Pombo: «Entre que son funcionarios, entre que son el Ministerio de Cultura, que son idiotas, entre que están en elecciones, entre que están de vacaciones, pues es que imagínate», dice la imputada, refiriéndose a que lo más probable es que su jugada para deshacer la ruinosa SDAE dentro de la SGAE pase desapercibida en Cultura.

El Mundo, 6 de julio de 2011, pág. 5

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