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viernes, 8 de julio de 2011

Fernando "Pino" Solanas (Proyecto Sur): "Macri se victimiza para ocultar su ineptitud"

Miguel Jorquera

Fernando “Pino” Solanas descree en las encuestas y afirma que el domingo puede “dar la sorpresa y entrar al ballottage” para disputarle a Mauricio Macri el Gobierno de la Ciudad. Insiste en que “el macrismo ha endeudado a Buenos Aires como ningún otro gobierno” con un sistema de “sobreprecios escandalosos”, y que Macri es un “fabulador, un farsante que se victimiza para ocultar su ineptitud”. Si no logra el objetivo de disputar la segunda vuelta, no apoyará a ningún candidato y dará “libertad de conciencia” a quienes lo votaron, porque también tiene “serias discrepancias” con el gobierno nacional y sus candidatos.

–¿Cómo se revierten los pronósticos de las encuestas que lo dejarían fuera del ballottage?

–Nuestra propuesta es la defensa de los dineros públicos. La cadena de sobreprecios, que llamamos humorísticamente “la mordida”, hay que frenarla, si no, nunca va a alcanzar el presupuesto. El macrismo ha endeudado la Ciudad como ningún otro gobierno. El caso más patético fue el último Bono Tango de 485 millones de dólares, estamos hablando de 2 mil millones de pesos, que era para construir subterráneos. Se tomó en el Credit Suisse a una tasa del 12,5 por ciento, que es altísima a nivel internacional, y que en realidad no se sabe para dónde fue porque subtes no se construyeron.

–¿Por qué cree que esto no fue un eje de campaña?

–El problema es que alguna gente no cree y otra sí. Es como los debates, donde se pretende debatir una hora y media sobre 20 puntos de la Ciudad; es imposible. El sistema de sobreprecios funciona a caballo de la desinformación. El límite de la destrucción de lo público es el macrismo: tercerizó todo, pero nadie sabe por qué lo hace.

–¿Qué le falta entonces para que su propuesta se refleje en votos?

–Si lo supiera, sería un genio; no sé lo que nos falta, a lo mejor nos falta todo. Creo que hay un voto silencioso porque el porteño empezó a definir su voto en los últimos cuatro a seis días. Por supuesto que en todas las fuerzas políticas hay nichos de gente que van a votar a Macri o a Cristina. Pero hay una gran masa independiente y otra masa que fluctúa, yo me dirijo a ellos; que votó de distintas formas y que en 2007 nos votó a nosotros, que de un chiquitito 6 por ciento llegamos al 24 y medio.

–¿Por qué entonces Proyecto Sur creció tanto y no ahora?

–La elección legislativa no tiene la misma importancia de una Ejecutiva. Ninguna cosa se repite igual en la historia. Yo dije hace dos o tres meses que ésta era la primera elección estratégica de la Argentina. Después de la presidencial, la elección en la Ciudad es la que le sigue. Esta elección va a marcar la tendencia.

–¿Considera que el tiempo que le dedicó a la campaña presidencial lo terminó perjudicando en la Ciudad?

–No, porque la gente me conoce. Lógico que si le hubiera dedicado seis meses, estaríamos mejor. Se vota mucho más por credibilidad que por convencimiento de los candidatos. Lo que acá cuenta mucho es el poderoso aparato publicitario, que tiene dos brazos y que pagamos todos. Es escandaloso lo que hace Macri, haciéndonos gastar una fortuna en campaña publicitaria. La campaña de Filmus es igual porque lo que puso el gobierno nacional es enorme. La tendencia acá es Cristina contra Macri. Filmus es una suerte de delegado menor de la Presidenta.

–¿Cree que podría tener mejor relación que Macri con el gobierno nacional?

–Macri me parece un fabulador, un farsante. Ha hecho toda su campaña mintiendo, haciéndose la víctima y mirando para otro lado. Este juego de ingenuidad con las escuchas, con todos los temas... Hay que reconocerle talento en encarnar personajes de ficción, cabalgando la mentira.

–¿Por qué cree que un sector le sigue creyendo?

–Le sigue creyendo un nicho, un tercio de la población que abreva en las ideas conservadoras, empresariales y liberales. Pero el mito de que nacía en la Ciudad una derecha moderna con capacidad de gestión y honesta se cae a pedazos. Si algo caracteriza al macrismo es la mediocridad marcada de su gestión. ¿Dónde están las grandes obras? A mí que no me venga a contar que vale 2,3 millones cada parada del Metrobús.

–¿Cuál sería la relación que entablaría usted con el gobierno nacional?

–Nunca le he faltado el respeto a la Presidenta, ni soy un hombre que me encante la confrontación. Hemos apoyado todos los proyectos serios en defensa de los intereses populares, el país, la gente, la democracia. Te guste o no, la función de un jefe de gobierno es encontrar soluciones para su comunidad. Si después te vas a cenar es otra cosa. Existe otra categoría, además de la ideológica, que es que hay gente de calidad que da su palabra y la respeta, y llegás a un acuerdo. Yo no tengo prejuicios y hay que tratar de hablar para ver si podemos coincidir.

–¿Qué le reclamaría al gobierno nacional?

–El traspaso de las jurisdicciones que le pertenecen a la Ciudad y no se traspasan. Este es un juego como el de la buena pipa, cada uno dice su verdad. Siendo serios, ni aun con Filmus, ninguno de estos traspasos se va a hacer de un día para otro. Todos los temas se estudian y hay que concertarlos con el otro. Cuando hay voluntad política uno encuentra soluciones, y nosotros las tenemos. Hay que solucionarle los problemas a la gente que está cansada de esperar.

–¿Qué diferencia le debe descontar a Filmus?

–No soy adivino. Podemos dar una sorpresa y entrar en el ballottage. No creemos estar muy lejos. Me resultó indignante que a Fabiana Ríos la dieran por muerta: fue Florencio Randazzo a tirarle la toalla y terminó levantándole la mano. Todas las encuestas la dieron por liquidada y se quedó con la gobernación.

–En caso de que Proyecto Sur no llegue a la segunda vuelta, ¿cuál va a ser la postura frente al ballottage?

–No vamos de ninguna manera a apoyar a un candidato: libertad de conciencia, no tenemos a nuestras militancias atadas, ni las vamos a inducir para un lado o para el otro. Yo tengo serias discrepancias con el gobierno nacional, lo cual no quiere decir que no admita y no mencione sus logros. Pero la Presidenta hizo un contrato por compra de gas en Qatar, sin licitación, por 17 dólares el millón de BTU, que llega a lo largo de todos los años del convenio a 50 mil millones de dólares. Igual que todas nuestras reservas. Una cosa así mancha a un gobierno. Tampoco puedo avalar una fórmula con Carlos Tomada, que fue abogado de José Pedraza y la Unión Ferroviaria, y que saqueó el principal ferrocarril de la Argentina, que es el Belgrano Carga.

http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-171786-2011-07-08.html

¿Refundación o restauración? (Víctor M. Quintana S.)

Dicen que son inercias el que la violencia persista en la mayor parte del país y que el PRI haya arrasado en tres elecciones estatales. Pero si la inercia es la permanencia de un cuerpo en la trayectoria de su movimiento o en reposo, entonces la metáfora de la física flaquea. Porque en ambos casos hay no sólo permanencia, sino una aceleración del movimiento hacia donde los móviles –PRI o Presidencia de la República– lo desean.

A pesar de los serios cuestionamientos de las víctimas expresados en el Castillo de Chapultepec, Calderón se empecina en su mutifallida estrategia de "guerra" al crimen organizado. Por eso la violencia también se enterca: tan sólo en junio hubo mil 143 homicidios dolosos en todo el país, para superar los 6 mil en lo que va del año y los 41 mil de diciembre de 2006 para acá. (La Jornada, 1º de julio de 2011, nota de Gustavo Castillo y corresponsales). En Ciudad Juárez, el primer fin de semana de julio el número de asesinatos ascendió a 27, cifra que no se alcanzaba desde abril. En la ciudad de Chihuahua se han disparado los homicidios de gente inocente: bebés, niñas y niños, madres de familia. Y luego del operativo de la Conago que, según la versión oficial, logró recuperar 429 vehículos, el crimen organizado ha lanzado una andanada de extorsiones y ataques contra los lotes de autos usados hasta el punto de obligar a cerrarlos prácticamente todos. El gobierno sigue priorizando la captura de líderes de los cárteles, pero con esto propicia la fragmentación de las organizaciones criminales, que incursionan en una gran variedad de actos ilícitos, perjudicando más a las ciudadanas y los ciudadanos comunes y corrientes. (Eduardo Guerrero, en la revista Nexos, junio de 2011).

Por otra parte, las elecciones del estado de México, Coahuila y Nayarit revelan no sólo inercias, sino intensificación del deterioro de la política institucional: dispendio en las campañas; control corporativo del voto de los pobres; sujeción de los organismos electorales al gobierno en turno, empleo de los recursos públicos a favor de candidatos y partidos. Si bien el PRI no ganó más que los estados en que ya gobernaba, con sus triunfos del 3 de julio quiere imponer la percepción de que es inexorable el avance de su precandidato a la Presidencia de la República, Enrique Peña Nieto.

Además de estos síntomas de deterioro democrático están la militancia de los medios electrónicos oligopólicos a favor de opciones políticas que les favorezcan, los cochupos en lo oscurito, ahora hechos públicos gracias al pleito de los antiguos compadres Elba Esther y Miguel Angel Yunes, y la impotencia (en muchos casos complacencia) de los organismos electorales para evitar trapacerías.

Si las dos tendencias anteriores persisten, el 2012 apunta a la restauración priísta en un contexto de mayor violencia, ahora más dirigida contra la población. Elecciones en medio de una virtual guerra civil.

Para contrarrestar estas tendencias no basta con procedimientos meramente jurídicos, institucionales. Por ejemplo, no hay que hacerse ilusiones con el asunto de la reforma política. Aunque se logren aprobar las figuras de democracia participativa y de candidaturas independientes, de poco servirán si las malas prácticas predominan en el proceso electoral y la mayoría del Congreso es ganada por el PRI y sus aliados. En Chihuahua dichas figuras existen desde 1995 y cuantas veces la ciudadanía las ha querido poner en práctica se ha topado con la negativa de la mayoría tricolor, que mata en la cuna a la democracia directa.

Por eso hay que ir más allá para impedir la expansión de la violencia y la restauración autoritaria. Se requiere una amplísima y verdadera insurgencia cívica que conforme una dirección moral nacional, con capacidad de influir en la conciencia ciudadana no sólo con presencia simbólica-expresiva, sino con fuerza para impedir el control autoritario-plutócrata de los procesos políticos y sociales, y capacidad de incidir con eficacia en la toma de decisiones.

El Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, encabezado por Javier Sicilia, ha abonado algo en este sentido. Con rapidez ha visibilizado a las víctimas, ha logrado un gran consenso entre amplios sectores de la población y una sólida autoridad moral, así como el apoyo de fuerzas tan significativas como el EZLN. Sin embargo, luego del diálogo de Chapultepec ha sido cuestionado por algunos sectores, y corre el peligro de desgastarse en los diálogos con los poderes y dejar de construir fuerza desde abajo. Es necesario que retome la iniciativa, y se convierta en el pivote o en la gran vertiente de una verdadera y multitudinaria insurgencia cívica que cambie dramáticamente la coyuntura hasta ahora favorable a las fuerzas violentas y antidemocráticas. Esto no puede hacerlo solo, sin tender lazos a otros movimientos que buscan, desde diversos espacios, refundar este país que nos están desmoronando.

Teniendo como horizonte la refundación de México sobre bases de justicia y dignidad, la tarea que se impone es invertir toda nuestra imaginación, nuestra inteligencia y nuestra generosidad en edificar la gran rebelión cívica-pacífica que detenga la violencia y el deterioro social y político. Los cómos habrá que irlos inventando, construyendo entre todos. Es momento de reconocernos, de apagar la tele y salir a las calles.

http://www.jornada.unam.mx/2011/07/08/opinion/024a1pol

La batalla por la memoria (Iñaki Egaña)

Pérez Rubalcaba acaba de seguir la idea que ya lanzó Aznar hace un par de años: «Después de estar ganando la guerra lo que no podemos consentir es que nos ganen la paz». En la anterior ocasión Aznar fue más pesimista porque intuía, desde su óptica, que la derrota de la memoria era factible. Aunque quizás se trataba de un señuelo para animar a los suyos a aunar esfuerzos. Eso me pareció, al menos, hace unos meses cuando desde medios cercanos a «fuentes bien informadas» (policía e inteligencia), se lanzó una campaña contra Euskal Memoria. Rubalcaba ha concluido su análisis, en cambio, con un rotundo: «No debemos admitir que ellos reescriban la historia. Ahí hay que dar la batalla».

Efectivamente, la historia está ya escrita, con trazos más o menos gruesos, con surcos y tonalidades a veces extremas. Con violencia, con pasión, con nombres y apellidos pero también con ideologías, con convencimientos y determinaciones. Con voluntad. Unos por cambiar el sentido de las agujas del reloj. Los otros por mantener el estado nefando de las cosas. La historia no es el quid de la cuestión sino su interpretación. Y ahí es donde tanto Rubalcaba como Aznar han anunciado batalla.

Me sorprende la delimitación de Rubalcaba y Aznar al conflicto, lo llaman, sin ambages, «guerra». Y si fuera así, las más de 1.300 víctimas, siguiendo su estela, no lo serían tales. Al menos una parte de ellas ¿Se puede hablar de víctimas cuándo de trata de generales que caen en el campo de batalla? No quiero entrar en temas delicados, pero ahí queda la reflexión. Aznar y Rubalcaba coinciden en encajar estos últimos 50 años en una guerra. Supongo que interna, como la señaló Cassinello.

Volviendo al origen. La interpretación general de la historia española es tremendamente sesgada. En el estadio más académico, el teóricamente imparcial por esencia, se encontraría la RAH (Real Academia de la Historia, española). En las últimas semanas hemos conocido las barbaridades de su «Diccionario Biográfico español», que han sonrojado hasta a los albinos. Entradas más propias de forofos futboleros, exaltados en un bar, que de profesores universitarios. ¿O ese es el nivel de los expertos?

No es nuevo. Cuando su fundación, en 1735, lanzaron la idea de un Diccionario Geográfico de España. A comienzos del siglo siguiente, leo en la página web de la RAH, «aunque fue copiosísima la información reunida sobre la geografía de España, solo se publicaron dos tomos correspondientes a las tres provincias vascongadas y a Navarra». ¿Interés geográfico o interés militar? Siempre nos quedará la duda, o la certeza.

En el estadio más cercano se encuentran periodistas, tertulianos y escribidores con estómagos agradecidos. Que alaban la santidad de los reyes castellanos, por el mero hecho de llevar corona, que confunden «Galatea» con «Gora ETA» y que atacan al euskara por no tener acentos como el castellano. Interpretan la historia con el mismo sentido que un verdugo del Santo Oficio aplicando la garrucha.

La propuesta conjunta Rubalcaba-Aznar es que, en esta batalla que anuncian, ¿por qué?, la interpretación de la historia debe continuar como hasta ahora. Naftalina. Un jarro de agua fría a quienes creen en el progreso, a quienes apuestan por Comisiones de la Verdad, a quienes han visto el pasado cercano desde una óptica distinta a la de, por ejemplo, Pío Moa. Viene chaparrón. El Estado cierra filas y se prepara para la embestida.

Lo hemos intuido en numerosos pasajes recientes. Jon Anza desapareció sin ayuda; la tortura es una invención de la masonería; ETA pasó de ejecutar a colaborar en los atentados islamistas del 11-M; la niña Begoña Urroz, a pesar de que un DRIL infiltrado reclamó su autoría, fue la primera víctima de ETA; el presidente español Carrero Blanco fue ejecutado por Jean Pierre Cherid, militante de la OAS que trabajaba para EEUU; los cinco obreros muertos por la Policía en Gasteiz el 3 de marzo de 1976 se cayeron de un andamio en realidad...

La historia que conocemos, que día a día han escrito, esta vez con trazos escandalosos, nos acerca a un escenario que, es cierto, hay que reinterpretar. En «Fahrenheit 451» (la temperatura que alcanza el papel para inflamarse y arder), Ray Bradbury nos presentaba a un bombero encargado de quemar libros. Los escribidores de la historia hispana llevan años (¿si digo siglos queda demasiado extemporáneo?) interpretando en clave colonial, anclados en el negacionismo y barriendo para esa esquina que se supone guarda las esencias más patrias de España. Haciendo de bomberos.

Conocemos, los que lo hemos vivido de cerca con mayor detalle, el tremendo desfalco a la memoria que se ha hecho con la guerra civil, la represión consiguiente y el franquismo. Las versiones «oficiales», el desamparo de los derrotados, también tragados por esa historia que no hay que reescribir según Rubalcaba-Aznar, han convertido estos temas en el modelo que exportarán hacia el futuro.

En la primavera de 2008 fueron recuperados los restos de Cándido Saseta, en Asturias. Cándido era el comandante en jefe de Eusko Gudarostea. Sus restos habían permanecido enterrados junto al camino que subía al palomar de Areces. Escondidos. Expulsados de cualquier contexto. Todavía quedan en el que llaman «Pradón de los Vascos», un centenar de muertos mal enterrados después de ser pasados a bayoneta. Pasto de los perros. Esa es nuestra historia, la que no hay que tocar. Humillante.

No quiero revolcarme en esos recuerdos que, a pesar de la distancia, todavía resuenan en los tímpanos de miles de compatriotas. ¡Cómo no van a resonar si jamás hubo justicia! ¡Jamás un ápice de cordura en esta atmósfera contaminada! La mayor de las injusticias, la mayor de las tropelías fue, precisamente, el origen de esa «guerra» que señalaba Pérez Rubalcaba. Hijo de falangista.

No se puede extraer un fragmento sin analizar el conjunto. Felipe González, José Bono, Manuel Chaves, Txiki Benegas, Alfredo Pérez Rubalcaba, Cristina Alberdi, José Luis Corcuera... ¿los recuerdan frente a la cárcel de Guadalajara vitoreando a Barrionuevo y Vera, condenados por el secuestro de Segundo Marey? «Artífices de la Paz», los llamó Carmen Romero, diputada del PSOE por Cádiz y entonces esposa de Felipe González. Esa misma «paz» de Rubalcaba.

No se pueden esconder bajo la alfombra toneladas de ignominias. Quizás con ello se mantenga la historia «oficial», los «25 años de paz» de los que se jactaba Franco y algún graffitero añadió «de los cementerios». Si España ha mantenido una guerra en los últimos 50 años que lo explique. Que saque del armario sus trapos sucios, que reconozca sus tropelías. Nadie le tiene que reescribir, ni hurtar su protagonismo. Que haga un ejercicio de introspección, como exige al resto.

Como he apuntado, la historia ya está escrita. Sabemos que, además, muchos de sus trazos son de oro. Como el de Saseta, como el de miles de compañeras y compañeros que desbrozaron el camino hasta llegar donde estamos. No vamos a reescribir la historia, como afirman Rubalcaba y Aznar. Vamos a reconstruir nuestra memoria que nos la han robado desde hace muchas décadas. Vamos a denunciar las distorsiones, las manipulaciones. Y vamos a completar nuestro patrimonio con la verdad y con humildad.

Porque tenemos el compromiso de poner todo ese bagaje al servicio de la sociedad y también de legar a las generaciones venideras las bases de los tiempos pasados que hemos podido abordar. Convertir la memoria en patrimonio. De lo contrario, la ingente tarea que emprendemos servirá únicamente para justificar gestiones, probablemente tesis, para saldar deudas (que las hay) y, en general, participar de la cotidianeidad más inútil. En la medida que vayamos convirtiendo toda esa memoria en patrimonio, en acervo cultural de nuestro país, con sus colores al completo, con sus miserias y sus alegrías, sus decepciones y esperanzas, habremos saldado, en lo que nos concierne, una deuda que ardía.

http://www.gara.net/paperezkoa/20110708/277388/es/La-batalla-memoria

Al Shabab, la franquicia de Al Qaeda en Somalia, pide que vuelva la ayuda humanitaria

Desplazados del sur en Mogadiscio. La cuarta parte de los 7,5 millones de somalíes son refugiados o desplazados, y Al Shabab intenta frenar el constante flujo hacia la capital

Xavier Aldekoa

Al Shabab invita a las agencias de la ONU y las oenegés que expulsó hace un año.

Al Shabab, el grupo fundamentalista radical que controla gran parte de Somalia, ha decidido levantar la prohibición de trabajar en el país a las organizaciones humanitarias. Ahora, “son bienvenidas todas las agencias de ayuda, para asistir a los somalíes afectados por la sequía en nuestros territorios”. Así lo dijo ayer el portavoz Ali Mohamed Rage. Casi tres millones de personas, según la ONU, padecen en Somalia la peor sequía registrada en el Cuerno de África en 60 años. En lo que va de año, 135.000 refugiados han cruzado las fronteras de Kenia y Etiopía, 54.000 sólo en el mes de junio.

Al Shabab, que es la franquicia de Al Qaeda en África Oriental, forzó hace un año la partida de oenegés y agencias de las Naciones Unidas, como el Programa Mundial de Alimentos. Mark Bowden, coordinador humanitario de la ONU para Somalia, dijo ayer en Nairobi que “estoy contento de colaborar con cualquiera que puede trabajar para aliviar la actual crisis y salvar cientos de vidas somalíes”. Pero las cosas no son tan sencillas. Joaquim Delville, de Médicos Sin Fronteras en Somalia, señaló a este diario que el mensaje es “esperanzador” pero se mostró prudente: “Aunque las necesidades son enormes, queremos garantías sobre las condiciones de trabajo y de seguridad” del personal de MSF.

El pasado abril, varios clérigos del centro del país pidieron a Al Shabab (que controla esta zona, el sur y parte de la capital, Mogadiscio) que permitiera la llegada de ayuda. En las últimas semanas, la presión por parte de las comunidades ha ido en aumento. Un trabajador humanitario con experiencia en el país, que prefiere mantener el anonimato por razones de seguridad, dijo a La Vanguardia que los motivos de Al Shabab para cambiar de actitud podrían ser tres. La gravedad de la situación ha provocado “más tensión e incluso enfrentamientos entre comunidades”; además, Al Shabab necesitaría un “lavado de imagen” y recuperar el apoyo de la población después de que se hayan producido robos y saqueos. El tercer motivo sería económico. No se sabe en qué condiciones podrán trabajar las agencias pero se teme que se les exija un pago, directo o indirecto, por ejemplo para distribuir la ayuda o simplemente por registrarse.

Al Shabab pasa por un momento delicado. Algunos de sus líderes han marchado a Yemen y la muerte, a principios de junio, de Mohamed Fazul en Mogadiscio fue un duro golpe. Fazul, uno de los cerebros de los atentados de 1998 contra las embajadas estadounidenses de Kenia y Tanzania y el líder de Al Qaeda en África Oriental, era también el jefe financiero de Al Shabab.

La Comisión Europea anunció ayer que ha autorizado una ayuda de urgencia de casi 5,7 millones de euros para los refugiados somalíes del campo de Dadaab, en Kenia. Y en los próximos días podrían ser aprobados 175 millones para los territorios de Somalia y Somaliland.

La Vanguardia, 7 de julio de 2011, pág. 6