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miércoles, 13 de julio de 2011

Ministerio fantasma. El Gobierno publica en el BOE una «corrección de errores» para permitir a Blanco prometer el cargo de ministro ante el Rey

Inmaculada G. de Molina

Portavoz se convirtió desde ayer, por obra y gracia de José Blanco, en un Ministerio fantasma, sin dotación presupuestaria. Hasta ahora, la tarea de portavoz la desarrollaba un ministro de otro ramo.

Como botón de muestra, Alfredo Pérez Rubalcaba, vicepresidente primero y ministro del Interior, lidió con los medios de comunicación hasta el viernes pasado sin ser ministro portavoz. Por tanto, al no tener la Portavocía el rango de Ministerio, el titular de Fomento no podía, inicialmente, oficiar ayer un acto de cambio de carteras y prometer el cargo ante su Majestad el Rey Don Juan Carlos.

Desde ayer, sin embargo, existe este Ministerio, pero sin dotación presupuestaria. Se trata de una fórmula jurídica para permitir que Blanco prometiera ante el Rey como ministro portavoz. Para ello, Presidencia del Gobierno publicó este mismo martes en el Boletín Oficial del Estado una corrección de errores del Real Decreto del día anterior, que recoge los cambios del Ejecutivos anunciados por Zapatero después de la salida de Rubalcaba. En esta corrección de errores «se dispone que José Blanco, ministro de Fomento, asuma las funciones de ministro Portavoz del Gobierno».

Una vez rectificado el Real Decreto, Blanco convocó a los medios de comunicación al Palacio de La Moncloa a un primer encuentro, que se transformó en un traspaso informal de carteras, sin cartera, con Rubalcaba. Al acto asistió una nutrida representación del PSOE, con su directora de campaña Elena Valenciano a la cabeza.

Después de una breve alocución introductoria del ex vicepresidente primero, Blanco puso el énfasis en la dificultad que entraña «sustituir al mejor», en alusión al candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, saliente en la cartera fantasma. Acto seguido, prometió atender los requerimientos de los medios de comunicación desde la verdad.

El titular de Fomento afronta su nueva tarea de portavoz con la «prioridad nacional» de poner los cimientos para la recuperación económica y, por ende, de la creación del empleo. El acto concluyó sin consejos por parte del titular saliente al entrante. Eso sí, Rubalcaba se despidió complaciendo a la Prensa con un off the record posterior al «encuentro», el primero y el último desde que asumió la Portavocía en octubre del año pasado.

http://www.larazon.es/noticia/7346-ministerio-fantasma

Malestar en Francia al filtrarse la operación de los «zulos» el día de la llegada de Camacho

J. M. Zuloaga

La promesa ante Su Majestad el Rey de Antonio Camacho como nuevo ministro del Interior coincidió ayer con el descubrimiento en Francia de tres escondites de ETA con armas y explosivos.

La filtración de la noticia a un medio de comunicación español, antes incluso de que los especialistas galos pudieran proceder al levantamiento de los «zulos», produjo malestar en medios judiciales y las Fuerzas de Seguridad del vecino país, según fuentes conocedoras del asunto, consultadas por LA RAZÓN. Se criticaba el aspecto de publicidad política que, en apariencia, se pretendía dar a una acción antiterrorista que, como todas las de este signo, debe estar rodeada de la máxima seriedad y discreción. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, subrayaba ayer mismo que el hallazgo de los «zulos» demostraba que la política desarrollada por Alfredo Pérez Rubalcaba y Antonio Camacho era la correcta y con resultados «muy positivos». Los escondites eran antiguos y fueron construidos por ETA cuando Francisco López, «Thierry», detenido en Burdeos en mayo de 2008, era uno de los máximos cabecillas, según las citadas fuentes. La explotación por la Guardia Civil de los documentos encontrados en poder de este individuo ha permitido la realización de numerosas operaciones antiterroristas, tanto en España como en Francia. El hallazgo de los tres «zulos» y la reciente detención en Inglaterra de Eneko Gogeascoechea se producen, asimismo, después de que Batasuna haya podido acceder de nuevo a las instituciones a través de Bildu, lo que ha producido una sensación de que se hacen concesiones a la banda y su entramado, a cambio de que mantengan el alto el fuego, al menos hasta las próximas elecciones generales. Zapatero subrayó el lunes que se mantiene la lucha contra ETA. Sin embargo, la impresión generalizada es que existe un nuevo «proceso» no declarado y que la convalidación de las listas de Bildu era una de las condiciones para mantener el alto el fuego. En el anterior «proceso», desarrollado en 2006 y 2007, la banda logró «colar» la mitad de las candidaturas que presentaba, a través de ANV, a las anteriores elecciones municipales, pese al atentado de la T-4 de Barajas. Ahora, ha logrado «pleno» con Bildu.

http://www.larazon.es/noticia/6883-malestar-en-francia-al-filtrarse-la-operacion-de-los-zulos-el-dia-de-la-llegada-de-camacho

Juan Barahona (Frente Nacional de la Resistencia Popular de Honduras): "Vamos por la Constituyente"

Mercédes López San Miguel

Juan Barahona habla pausado como si no lo apremiara el tiempo. Barahona es el subcoordinador del Frente Nacional de la Resistencia Popular de Honduras. Junto a su correligionario Carlos Reyes estuvo en Uruguay y ambos se entrevistaron con el presidente José Mujica para pedirle que la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) presione al gobierno de Porfirio Lobo a fin de que mejore la situación de los derechos humanos en el país. Barahona se acercó al entonces presidente Manuel Zelaya poco antes del golpe que lo derrocara en junio del 2009. Quería acompañar los cambios que había comenzado a realizar el mandatario, por ejemplo, el aumento del salario mínimo y la incorporación de Honduras al bloque progresista de la región, el ALBA. Después del golpe, Barahona fungió como vocero de Zelaya.

Según el dirigente, el Frente Nacional de la Resistencia Popular no avaló el acuerdo de Cartagena por medio del cual pudo regresar Zelaya del exilio y Honduras a la Organización de Estados Americanos (OEA). Querían que el presidente volviera, pero también que Lobo diera muestras de querer terminar con la impunidad. Y esas muestras no estuvieron. Barahona tiene planeada una reunión con el Nobel Adolfo Pérez Esquivel y Nora Cortiñas de Madres de Plaza de Mayo; ambos participan en una comisión que investiga las violaciones a los derechos humanos en el país caribeño desde el golpe hasta la actualidad.

–Tras el retorno de Zelaya, la resistencia anunció la formación de un Frente Amplio. ¿El candidato de esta agrupación será el ex mandatario?

–En este momento Manuel Zelaya no puede ser candidato porque la Constitución no permite la reelección. El Partido Liberal, de donde proviene Zelaya, está postulando a la ex primera dama Xiomara Castro. Pero no es algo oficial todavía.

–¿Van a buscar los mecanismos para que Zelaya pueda aspirar a la presidencia?

–La resistencia hondureña ha venido exigiendo una Asamblea Nacional Constituyente para que se apruebe una nueva Constitución que permita fortalecer la vía democrática del país. La consulta que iba a realizar el presidente Zelaya el 28 de junio de 2009 –el día del golpe– era precisamente para saber si el pueblo estaba o no de acuerdo con la Asamblea Constituyente. Ahora estamos en una etapa de ver cómo llegamos al poder. Zelaya volvió el pasado 28 de mayo y asumió la coordinación del Frente. El 26 de junio convocamos a una Asamblea Nacional en todo el país, con 1700 delegados. En esa asamblea combinamos organizar el brazo político de la resistencia que es el Frente Amplio, para lo cual necesitamos recolectar 43 mil firmas para presentar al Tribunal Supremo Electoral y ser reconocidos jurídicamente como partido y así participar de los procesos electorales. Que puede ser tanto una Asamblea Nacional Constituyente como las elecciones generales de 2013.

–El acuerdo de Cartagena contempló que tanto el ex presidente como los ex funcionarios que volvían no serían juzgados. Pero eso no se cumplió...

–Que se nos reconozca como partido político es uno de los acuerdos firmados en Cartagena. En cambio, no ha habido avances en materia de derechos humanos. El ex ministro de la presidencia de Zelaya Enrique Flores Lanza, que regresó con el ex mandatario, tuvo que presentarse a los tribunales, lo declararon preso en su casa y le impusieron una fianza de un millón y medio de dólares. Como es imposible que la pague tendrá que ir preso. Eso contradice el acuerdo. La situación de los derechos humanos en Honduras no cambió en nada e incluso empeoró. El acuerdo le permitió al país regresar a la OEA y que lo reconozcan los gobiernos de la Unasur y del ALBA. Fue una ganancia para ellos.

–¿Hay algo rescatable del gobierno de Lobo?

–No hay nada que rescatar. Es un gobierno que continuó con la misma política del golpismo, que continuó con las privatizaciones, la represión y los asesinatos.

–¿Privatización de qué?

–De servicios públicos. Es un proyecto del golpismo profundizar las medidas neoliberales.

–¿El Poder Judicial muestra indicios de querer juzgar a los golpistas?

–Emitieron una ley de amnistía. No hay ningún responsable de los que dieron el golpe de Estado que esté procesado. Todo quedó impune. En Honduras no ha pasado nada. Micheletti está dando conferencias. (N.de la R: quien encabezó el golpe de Estado.)

http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-172114-2011-07-13.html

Reconfiguración del protestantismo estadunidense (Carlos Martínez García)

El estereotipo del WASP (blanco, anglosajón y protestante, por sus siglas en inglés) está pasando a la historia. En Estados Unidos la multiculturalidad gana espacios por todas partes, con enormes reticencias tanto de intelectuales –Samuel Huntington destaca entre ellos– como de alcaldes fronterizos, tipo el de Maricopa, Arizona, Joe Arpaio.

Es cierto que los flujos migratorios iniciales hacia lo que sería Estados Unidos provinieron mayormente de grupos con trasfondo religioso protestante. Salieron de sus países en busca de libertad de creencias, aunque no nada más de ella, y visualizaron de distintas maneras el nuevo lugar en el que se establecieron.

Hubo en esos inmigrantes iniciales, siglos XVII-XVIII, diversas posiciones respecto de cómo relacionarse con la población indígena, y los medios para interactuar con ella. La vertiente más conocida es la belicista y supremacista, que tiene episodios dantescos por las formas del despojo a que sometieron a los pueblos originarios. Pero hubo otra corriente, menos conocida y que subsiste en los Estados Unidos contemporáneos.

Congruentes con su tradición pacifista, forjada en Europa a contracorriente de sus perseguidores, cuáqueros y menonitas fundaron poblados como el de Germantown, a las afueras de la actual ciudad de Filadelfia. Armados nada más con su conocimiento de la Biblia ("Así que en todo traten ustedes a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes. De hecho, esto es la ley y los profetas", Mateo 7:12), y su propia experiencia de oprimidos, en 1688 forjan el movimiento antiesclavista y critican decididamente el sistema opresivo que se va conformando en detrimento de los derechos de la población indígena y los esclavos de África.

Por otra parte, y precisamente en conexión con la religiosidad popular afroestadunidense, se ha fortalecido crecientemente en las últimas tres décadas el estudio de las raíces negras del pentecostalismo. Los investigadores afroestadunidenses están recuperando el significado de que haya sido el epicentro histórico del pentecostalismo moderno una pequeña congregación multirracial, encabezada por el predicador negro William J. Seymour, en Los Ángeles, en 1906.

En una obra de reciente aparición, Black fire: one hundred years of african american pentecostalism, la investigadora negra y pentecostal Estrelda Y. Alexander, subraya que obviamente hubo entre las comunidades afroestadunidenses pentecostalismo antes de 1906, con la irrupción en el marginal templo de Azusa Street número 312 de manifestaciones extáticas irrefrenables. Arguye la autora que la globalización del pentecostalismo angelino imbuyó de ciertas marcas propias de la espiritualidad negra, haya sido intencionalmente o no, al conjunto de las comunidades pentecostales en el mundo. Incluidas las blancas estadunidenses que hacia la segunda década del siglo XX segregaron a la población "de color". Por cierto, en los orígenes del pentecostalismo de Azusa Street hubo mexicanos, que fueron eficaces transmisores para con sus familiares a los dos lados de la frontera.

En el terreno del protestantismo latino, con mayor frecuencia es rechazada la etiqueta hispano por líderes y estudiosos del tema, el universo numérico que alcanza en Estados Unidos es mayor de lo que se piensa en varias instancias. De acuerdo con cifras recientes, 20 por ciento de la población de origen latino es protestante/evangélica, mayormente pentecostal.

Antes de la separación de Texas en 1837 de lo que entonces era México, y su posterior anexión a Estados Unidos, hubo mexicanos que entraron en contacto con el protestantismo y vivieron un proceso de conversión a esa fe. Fuentes mexicanas así lo reportaron pocos años después de la consumación de la Independencia del país. De hecho, la percepción de que se estaba transformando el panorama religioso en la lejana provincia texana, llevó a varios intentos por atraer a esa región inmigrantes de Europa, pero exclusivamente de países católicos. Los planes fracasaron rotundamente.

El libro de Juan Francisco Martínez (Los protestantes: an introduction to latino protestantism, in the United States), director del Centro Latino en el prestigiado Seminario Teológico Fuller, en Pasadena, California, que todavía no es publicado pero cuyo autor nos compartió algunos de sus contenidos, resalta el dinamismo del protestantismo de habla hispana en zonas históricamente con gran presencia de población de ese origen idiomático, pero también cómo se expande hacia zonas del país insospechadas hace tan sólo una o dos décadas. En no pocos lugares los Brown, Latino and Protestant rebasan a los tradicionales WASP y/o a los afroestadunidenses pentecostales.

Un tercer grupo con gran dinamismo es el de los evangélicos asiáticos, con ancestros o ellos mismos provenientes de la diáspora china, de Corea del Sur, Japón y el subcontinente conformado por India. Sobre todo los coreanos están ampliando y visibilizando su presencia en el plural evangelicalismo estadunidense. Su pujanza sobrepasa a la del protestantismo blanco, cuyas espaciosas y muy confortables instalaciones, inicialmente en préstamo a los sudcoreanos, terminan por ser adquiridas por éstos y con ello transforman el panorama cultural y religioso de su entorno.

El protestantismo misionero estadunidense de los siglos XIX y XX que se propuso ir al mundo para ganarlo a su causa, ha visto en las décadas recientes cómo el mundo llegó a Estados Unidos y está reconfigurando religiosamente la sociedad de ese país.

http://www.jornada.unam.mx/2011/07/13/opinion/022a1pol

El cielo no tiene frontera (Elena Martínez Rubio)

(Doctora en Filosofía)

El río Nadiza discurre aquí algo severo y frío, cortando montes boscosos y escarpados, entre los que asoma a duras penas una aldea en lo alto rodeada -sitiada ya- por la vegetación. En ésta quedan todavía una familia o dos, en aquélla vive un hombre solo, a la otra vienen, únicamente en verano, los descendientes de emigrados. Más allá no hay nadie.

Las casas y construcciones de piedra, completamente abandonadas, muestran los últimos intentos de sus habitantes empobrecidos por permanecer: tejados remendados con hojalata, plásticos cubriendo agujeros y desperfectos, cemento pegado sobre los muros. No son signo de dejadez o de tristeza, sino más bien expresan la voluntad de resistir y mantener un antiguo modo de vida arduo, pero grato a la vez. Allí, muy a lo lejos, está brillando el Adriático y en una esquina solitaria, damos aún con una silla maltrecha, colocada un día para disfrutar de la vista al sol.

Parches, restos y materiales precarios son, especialmente en los últimos valles fronterizos del Nadiza al noreste de Italia, ejemplo extremo de un esfuerzo gigantesco por curar y tapar heridas. Prueba máxima de la lucha por sobrevivir que, en general, han llevado los eslovenos del Friuli. Descendientes de aquellos pueblos eslavos que a lo largo del siglo VII se fueron asentando en esta zona de los Alpes Julianos, son los herederos de una cultura que hoy parece desvanecerse melancólicamente, casi sin ruido.

A través de la historia, la llamada Schiavonia quedó separada de las otras provincias eslovenas, consiguiendo defender su autonomía y forma particular de gobierno, también en tiempos de la República de Venecia. De acuerdo con la vieja ley, cada pueblo elegía a sus representantes en asamblea, los cuales formaban consejos que se ocupaban de la justicia y de la administración. Sin embargo, la unificación de Italia y el siglo XX convirtieron su vida en una pesadilla que acaso no tiene vuelta.

«¿Qué hacer de estos lugares? Demasiado tarde, tal vez», dicen los que no se han ido, amables y hospitalarios, aunque un tanto taciturnos. Al mismo tiempo, nos describen cómo era el paisaje alrededor hace unas décadas. Prados con ganado pastando, donde ahora crece el bosque cerrado. Frutales y diminutos cultivos en terrazas sacando provecho al terreno, ahí donde vemos bajar piedras rodando por la ladera. Ancestrales caminos de losas, por los que avanza veloz y segura la maleza. Y esas plazas deshabitadas, con las casas formando un círculo, donde todos reunían y guardaban sus animales.

En este vacío humano y espesura vegetal sólo se oyen cantos de una multitud de pájaros. Los osos también se acercan confiadamente desde Eslovenia, ignorando fronteras.

Un conocimiento minucioso del terreno permitió a muchas generaciones salir adelante modestamente en un medio duro, sin destruirlo. Usos, creencias y celebraciones peculiares además, que se están perdiendo. Y un idioma propio, variante arcaica del esloveno. Lo hablan unos cuantos miles. Pero las huellas de su identidad son tan discretas, están tan arrinconadas en los pequeños valles del Nadiza, que cada una adquiere en el presente, dada la difícil situación, un mérito extraordinario. Los nombres de los sitios, frases sueltas oídas al azar. O las imágenes descoloridas de fiestas y carnavales, y los recortes de artículos en su lengua pegados en las paredes de una taberna ya cerrada, que el tabernero, jubilado, se ha ofrecido a abrir...

Con todo, la historia es mucho más trágica y despiadada de lo que suena en boca de sus protagonistas. Al visitante no dejan de salirle al paso señales de guerra y enfrentamiento. Los espantosos monumentos de la Primera Guerra Mundial, en pie desde la época de Mussolini son, en efecto, con sus escalinatas y reproducciones de bombas en cemento a modo de cierre «estético», un verdadero ensalzamiento de lo militar. Y luego están las banderas italianas, izadas por nacionalistas de hoy en cualquier cruce. Que a ninguno se le ocurra olvidarse del régimen que lo domina y administra.

La tierra misma está mutilada, rota en el paso hacia las cimas. Kilómetros y kilómetros de trincheras, búnkers, agujeros, túneles y destrozos. Es la línea de un espeluznante frente en que murieron entonces miles y miles de movilizados.

Desde la cumbre de Velika baba, o monte Mataiûr, -dividida en dos países y testigo del exitoso debut bélico de Rommel-, pueden verse, muy próximas, las crestas nevadas de Es lo venia, de mayor envergadura. A sus pies, las aguas turquesas del río Soca, -el Isonzo de las doce batallas sangrientas- que debido a su importancia estratégica, fue escenario de tantas pérdidas.

Hombres de una palidez mortal quejándose, echados sobre camillas en el suelo de los vagones, gimiendo y bañados en sudor, tratando de coger aire en medio del espeso olor a yodo y excrementos», escribió Stefan Zweig en su libro «El mundo de ayer» sobre los trenes que venían del campo de batalla, denunciando la mentirosa propaganda belicista y patriótica que acompañaron la primera guerra industrial del siglo. «...Ninguna sábana blanca y esplendorosa como en las fotografías.?Lo que cubría a la gente echada sobre paja, o en las rudimentarias camillas, eran sangre y vómitos, y en cada vagón iban varios que mientras tanto habían muerto, entre agonizantes que aún gemían.»

Años más tarde, los fascistas prohibirían el uso de la lengua eslovena, «traduciendo», italianizando, o cambiando nombres. Y dando fuego a bibliotecas y entidades culturales autóctonas. Iniciada la Segunda Guerra Mundial, nuevamente fueron reclutados los hombres. Muchos huyeron, o pasaron a la resistencia, mientras los nazis tomaban horrible venganza en la población civil. ¿Cómo levantar cabeza? El despoblamiento continuó.

En la posguerra, la existencia de Yugoslavia y el Telón de Acero volvieron sospechoso y enemigo en potencia -o bien, susceptible de ser convertido, bajo presión, en colaborador- a cualquiera que hablara el esloveno. Una red de espionaje pudrió y enrareció los pueblos rurales de la frontera. Los que ejercían el tradicional oficio de vendedor ambulante y marchaban con su mercancía con un gran cesto en la espalda durante unos meses al año, no regresaban más. Un fuerte terremoto trajo mayor desolación en los años setenta. El éxodo fue irreversible. Demasiada adversidad.

Posteriormente tampoco se hizo nada por la recuperación. El descuido y olvido económico de la región, la falta de comunicaciones, no han sido, en absoluto, casuales. A pesar de todo, sí hay actualmente quien está empeñado en devolver los pueblos a la vida. Quien busca librarse del pasado asfixiante y opresivo. Quien no quiere ser puro residuo, desecho de tienta, minoría asimilada -hecha desaparecer- por estados centralistas. Así, al descender de las cimas al mermado pueblo de Topolove, nos recibe una escultura titulada «El cielo no tiene frontera», inspirada en versos de García Lorca. Gracias a nuevas iniciativas de trabajo en común, los escasos vecinos que encontramos están convirtiendo las escuelas sin niños en albergues, creando relaciones con el exterior, organizando festivales y citas internacionales con artistas.

Abajo ya, en la llanura, el río Nadiza sigue fluyendo y abriéndose paso un poco más apaciblemente. Hasta entrar en la bella ciudad de Cividale del Friuli, donde se habla una lengua que lo llama «río Nadison». Se trata del friulano, de origen románico con substrato celta, sobre el que se quisiera igualmente imponer el italiano. Son otras gentes, y las calles van tomando un aire alegre. Tan cercanas, verdes y visibles como están las montañas que acabamos de dejar atrás, en ellas late, en cambio, un mundo remoto.

http://www.gara.net/paperezkoa/20110713/278505/es/El-cielo-no-tiene-frontera

Y en el Nilo quedó el sueño. Tombe lo dejó todo por Sudán del Sur; seis meses después, vive en una chabola

Xavier Aldekoa

Este reportaje empezó hace seis meses y dos días. Entonces, Franco H. Tombe era un tipo cargado de proyectos que hacía planes junto al puerto de Juba, a la orilla del río Nilo. Pese a llevar clavado en los riñones un viaje en barco de 14 días junto a su mujer e hijos, el pasado enero Tombe contagiaba optimismo en cada respuesta. “Con la independencia habrá más oportunidades, por eso empaqueté todo lo que tenía y he venido aquí para empezar una nueva vida”, aseguraba justo antes del referéndum por la secesión. Ayer, una muñeca rota apuntaba dónde se habían quedado esos sueños. El juguete, abandonado en el suelo de una choza de barro, con el vestido sucio y sin que nadie le prestara atención, era un estado de ánimo.

Desde octubre, 309.000 personas han viajado del norte al sur de Sudán atraídos por las promesas de oportunidades que debía traer la independencia. Pero la alegría general por la libertad, que es mucha, también tiene sombras. En la capital, que ha triplicado su población desde el 2005, crecen los barrios de chabolas.

“Ya es tarde para volver”, se resigna Tombe. Su voz ya no desprende la euforia de principios de enero, salvo por un instante: “La semana pasada nació mi cuarto hijo”. En realidad son seis porque cuando dejó Soba, a las afueras de Jartum, donde trabajó cinco años como logista y operador de radio, se hizo cargo de dos hijos de una hermana. Licenciado en Filosofía y trilingüe, no llegó a Juba empujado por la desesperación. “Vine por la emoción de la independencia, pero antes vivía en una casa con electricidad y varias habitaciones. Ahora no puedo pagar la escuela de mis hijos, eso es lo que más me preocupa”. No encuentra trabajo aunque echa currículum sin parar. El enchufismo que practica la nueva administración –sólo dan trabajo a los de su etnia, principalmente la dinka– es una queja repetida. “Tengo la esperanza de que algún día me llamen. Pero aparte de esperanza, no tengo mucho más. Rezo mucho”, admite. Subsisten porque su mujer, Cristen, de 26 años, vende huevos y pan en el mercado y con eso juntan lo imprescindible para comer y pagar los 20 dólares mensuales de alquiler. No da para muchos lujos: una choza de adobe y techo de paja en el oeste de Juba en la que se apiñan dos camas, tres sillas y un par de maletas llenas de ropa. Tombe ha construido una letrina a unos metros de la cabaña y consigue agua de un pozo cercano. Por las noches no es un barrio recomendable.

El cambio de vida ha sido radical: “No tiene nada que ver con nuestra vida anterior. ¿Si me arrepiento de haber venido? Sí, pero los gobernantes y medios de comunicación decían que viniéramos al sur, que ayudáramos a construir la nueva nación y me lo creí. Quizás ahora que ya han acabado las celebraciones de la independencia sí sea verdad que haya oportunidades para todos”.

El sábado, cuando gran parte de la ciudad seguía la ceremonia de la independencia, a Tombe no le quedaban ganas de fiesta. Lo escuchó por radio y se quedó con su mujer, aún convaleciente por el parto. El niño duerme debajo de una mosquitera al lado de una montaña de ropa y una radio vieja desenchufada. Tombe ha pedido a unos amigos que le guarden algunos trastos que no cabían en su pequeña habitación circular.

Y ese detalle deja entrever que no se piensa rendir. “Encontraré un trabajo tarde o temprano, tengo estudios y experiencia laboral. Pronto las cosas nos irán mejor”, dice. Sólo flaquea un poco su ánimo cuando su hija de cuatro años le pregunta por qué no vuelven a su casa. Su mujer no dice nada. Cruza las piernas sobre la muñeca rota, que sigue en el suelo, y aviva las brasas de una olla.

Cuando los silencios anuncian la despedida inminente, Tombe abre una carpeta y saca un folio planchado con su currículum escrito en ordenador. “También tengo conocimientos de informática... quizá tú... puedo trabajar de lo que sea”.

- Futuro. No hay colegios para todos.

El retorno de familias al sur ha desbordado los colegios. Aunque el colapso parte de una buena nueva –el número de alumnos se ha triplicado en seis años–, la llegada de miles de sursudaneses evidencia la falta de infraestructuras. En el centro de la ciudad, la Yuba School Day está desbordada con 736 alumnos: 199 han llegado de Jartum este año. La Unesco pidió hace 15 días a la comunidad internacional que actúe con urgencia.

La Vanguardia, 12 de julio de 2011, pág. 9